Repsol y Sacyr se disparan tras el interés de Total en la petrolera
Publicado el 25/09/2008, por M. Á. Patiño | Act. 17:50 h.
El gigante petrolero galo analiza detenidamente el cuaderno de venta que ha sacado al mercado Sacyr para desprenderse del 20% en el grupo español. También lo estudia Shell. Si Total se lanza a por Repsol, IPIC se quedaría, a cambio, con el control de Cepsa. Repsol ha cerrado con un repunte
La puesta en venta
Ambos grupos están estudiando detenidamente el cuaderno de venta puesto en el mercado por Sacyr. Si además de comprar el 20% de Sacyr, se compran otros paquetes accionariales, como el 12,7% que tiene La Caixa, supondría tener que lanzar una oferta pública de adquisición (opa).
Aunque Sacyr es el primer accionista de Repsol desde octubre de 2006, la participación del 20% no da el control de la compañía, sobre todo si se tiene en cuenta que la petrolera tiene estatutariamente limitados sus derechos de voto al 10%, y se necesita el 75% del capital en una junta para eliminar ese blindaje.
La Caixa
El 32,7% de Sacyr y La Caixa sería la puerta de entrada para una operación de mayor envergadura. Además de Sacyr y Criteria (el hólding de participadas de La Caixa), en el accionariado de Repsol está Caixa Catalunya. Si La Caixa vende, también embarcaría en la operación a esta otra caja.
Parte de los títulos que tiene Criteria en Repsol, están a través de Repinves, sociedad conjunta de La Caixa y Caixa Catalunya. Repinves tiene el 6% de la petrolera. Otros inversores son Mutua Madrileña (2%), AXA (4,2%) y Barclays (3,2%). Algunos de estos accionistas están interesados en salir de Repsol y hacer caja, especialmente en un momento de extrema falta de liquidez de los mercados financieros.
Todos los ingredientes financieros parecen confluir para que la operación desemboque en una oferta por todo el capital de Repsol. En el mercado energético se da por hecho que si algo les sobra a los grandes gigantes petroquímicos es capacidad de compra. También se sobreentiende que cuando estos grupos se lanzan a una inversión corporativa no es sólo para tener una simple participación financiera. Quieren la gestión.
Los gigantes internacionales sondean la posibilidad de asegurarse una participación de control en la petrolera, al margen de que se supere el 30% y esa posición accionarial desemboque legalmente en el lanzamiento de una opa. Repsol costaba ayer en bolsa en torno a 25.000 millones. Un 32,7%%, sin prima de control, supondría 8.175 millones de euros. La prima de control podría ser importante si además se acuerda adquirir otros paquetes.
Al margen de los aspectos financieros, habría otros condicionantes, sobre todo políticos y de competencia. Según fuentes cercanas a las conversaciones que se están manteniendo, en una eventual reordenación del mapa petroquímico español, el actual Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero vería con buenos ojos a Total, considerada como la petrolera de bandera de Francia. En el último año, España ha entablado una estrecha relación con Francia, fruto de la cual se han logrado éxitos
El beneplácito político a Total necesitaría armar la operación para poder pasar el filtro de Competencia, especialmente sensible en el caso de la petrolera francesa. Total tiene el 48,8% de Cepsa, el segundo mayor grupo petroquímico en España. En la práctica, controla la gestión de la compañía.
Sería muy difícil aceptar que también controlara Repsol. Supondría poner en manos francesas más de la mitad de las gasolineras españolas y el 80% de las refinerías
Éste podría convertirse no sólo en el comprador de los paquetes de Santander y Fenosa en Cepsa. También podría hacerse con el de Total, operación que, a su vez, daría músculo al grupo galo para lanzarse a por Repsol. Si se mantienen los precios a los que IPIC está negociando la compra de los paquetes de Santander y Fenosa, Total lograría 6.500 millones por su participación del 48,8% en Cepsa.
El reto español
Cualquiera que eche un vistazo al mapa europeo del sector de hidrocarburos en Europa se dará cuenta de las grandes asimetrías que éste tiene con el español. Shell es la mayor petrolera europea de los países de Europa Occidental por capitalización, codo con codo con Total.
Sin embargo, en España tiene una presencia casi imperceptible. Aunque algunas gasolineras siguen teniendo su marca, ya no son de su propiedad. El grupo cuenta con algunos activos en el negocio de suministro en aeropuertos, y algunas instalaciones para lubricantes en Tarragona.
La prueba de fuego
El grupo Repsol está inmerso en estos momentos en su ambicioso plan de crecimiento 2008-2012, con el que la compañía presidida por Antonio Brufau quiere multiplicar por 2,8 su beneficio hasta esa fecha. Aunque el plan estratégico es autosuficiente, la salida de Sacyr y La Caixa de la petrolera es un contratiempo. Para Brufau es una nueva prueba de hasta qué punto puede conseguir una cohesión accionarial con la que aparentemente se ha sentido cómodo. “Si se mantuviera la estructura accionarial, sería lo mejor”, dijo Brufau hace unos días.
La apuesta total
El mercado español siempre ha sido el objeto de deseo de Total. Hasta ahora, Cepsa ha sido su bastión. Total (antes Elf) comparte con Santander el accionariado de Cepsa desde el año 1990, pero los dos accionistas acabaron enfrentados en 2003 tras la decisión del banco de presentar una opa parcial por la petrolera.
El Tribunal de Arbitraje de la Haya terminó dirimiendo las diferencias entre los socios en 2006, año a partir del cual Total se hizo fuerte en Cepsa, compañía que cada vez se ha ido integrando más con los intereses de Total en España y Portugal.
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